miércoles, 3 de junio de 2009

desarrollo sustentable(noticia)

El gobierno de Noruega habría sugerido a México un plan para capturar, almacenar y transportar emisiones de carbono (CO2) provenientes de sus centrales generadoras de electricidad que utilizan carbón y gas para su almacenamiento en el fondo marino, en estructuras geológicas del mar del Norte.

Se trata, según el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, de una tecnología que emplea ese país desde 1996 y que está siendo evaluada por los países de la Unión Europa.

Noruega ha separado anualmente un millón de toneladas de CO2 provenientes del yacimiento de gas Sleipner, reinyectándolo en una formación geológica situada a mil metros debajo del fondo marino del mar del Norte, en una instalación localizada en la provincia de Mongstad, y México podría considerar esa opción.

Lo que se necesita, explicó Stoltenberg, es la autorización para transportar el CO2 a través de fronteras nacionales, tomando en cuenta que Noruega tiene probablemente un gran potencial para recibir CO2 de otros países, para su almacenamiento en formaciones geológicas.

Esto hace prever que se necesitarán numerosas instalaciones piloto, como la de Mongstad, para que la captura y almacenamiento de carbono (CAC) se convierta en una tecnología comercialmente viable, agrego el funcionario.

El primer ministro noruego considero que México y Noruega son dos de los más grandes exportadores de energía en el mundo y por ello ambos países tienen una gran responsabilidad por mantener un desarrollo sustentable en el sector energético.

Actualmente, el gobierno de Noruega realiza inversiones cuantiosas en el centro tecnológico de Mongstad, en la costa oeste del país, donde se desarrollan instalaciones a gran escala que eliminarán anualmente 1.3 millones de toneladas de CO2 desde una central eléctrica, y un millón más desde la refinería.

Explica que la Agencia Internacional de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) considera que la tecnología de CAC debería representar alrededor de 20% de la reducción de las emisiones globales y que en el caso de los países industrializados ese porcentaje debería ser cercano a 50%.

No obstante, señaló que países en desarrollo (como México) deben tomar ventajas de esta clase de tecnologías y aplicarlas, lo cual obliga a incrementar cada vez más las inversiones para cristalizar nuevos proyectos de CAC y proyectos de energía limpia.

El primer ministro noruego indicó que el objetivo de la Unión Europea de establecer hasta 12 instalaciones CAC piloto constituye una clara señal política sobre el potencial que tiene esta tecnología, al igual que la iniciativa de Australia de crear un instituto global dedicado a esta materia.

La idea es, añadió el funcionario, contar con 20 proyectos de demostración de este dispositivo antes de 2010, y su instauración comercial en todo el mundo de aquí a 2020.

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